in the begining...

¡¡Hola a todos!! El objetivo de este blog no es otro que el de mantener informada a la familia,a los amigos y a todo aquel que le dé la gana leerlo, de mis aventuras y desventuras por Pekín (ya sabeis que suelo ser más de desventuras que de aventuras).
El segundo objetivo es que cuando vengais por aquí me ahorre decenas de mails tratando de explicaros las singularidades de está armoniosa ciudad.

Disclaimer:
1)El tiempo empleado para la lectura de este blog no podrá ser reembolsado bajo ninguna circustancia.

2)La información aquí contenida puede ser verídica, inventada o fifty-fifty.
3)Disfrútelo o súfralo bajo su entera responsabilidad.


jueves, 20 de diciembre de 2007

3. Si JC no va a Miami, Carl Cox viene a Pekín

Pues así es, tras confirmarse que este año tampoco podré ir por vigésimo séptima vez consecutiva al Miami Winter Music Conference, ni a Ibiza, ni a Ámsterdam a ver a los DJs más importantes del mundo, mi buen amigo Carl Cox se ha pasado por Pekín.

El pasado viernes, puntualmente con 45 minutos de retraso, en el Coco-Banana (a exactamente dos minutos de casa), Carl se puso los cascos en su grácil cabeza, coloco sus estilizadas y suaves manos sobre los vinilos, y los acarició de tal forma que la sala entera enloqueció durante más de dos horas. La gente se apiñaba a dos metros de la cabina desafiando a los seis guardas de seguridad chinos (mezcla de Yao Ming y Bruce Lee, mucho miedo), que impasiblemente y tan sólo con la mirada controlaban a la masa mientras Carl sonreía tras sus gafas de profesor de historia.

Fue apoteósico, excepto porque yo estaba al lado de los altavoces y casi me quedo sordo. El único pero que yo le pondría es al layout (o maldita distribución en planta). Cómo se puede traer a un tío que cobra una pasta gansa, acostumbrado a llenar pabellones reconvertidos en discotecas; a pinchar en una sala en la que el espacio físico que quedaba después de quitar: los reservados, los sofás con sus mesitas y sus chinos, las mesas de cristal invisibles que tenían la altura justa para dejarte los riñones con la esquina, los camareros móviles que te llevan lo que les pidas a esas mesas (llegué a ver a uno llevando un entrecot a las dos de la mañana), las señoras que no paran de limpiar el suelo a cada minuto, aunque ¡YÁ! esté limpio (miden metro y medio todas y te dan codazos para que te apartes)… en fin, que quedaban no más de cuarenta metros cuadrados (así a ojo) para que los expatriados nos agolpásemos en frente de la cabina de Carl y levantásemos las manos y las agitásemos de esa forma tan chula (mano estirada completamente como si fuera un hacha que está partiendo bacalao congelado).
Simplemente comentar un pequeño detalle a mis amigos adoradores del tecno, Germán, Iñigo, Mármol y Miguel, la entrada, 10 eurazos.

Y nada más, que antes de que os marchéis todos de vacaciones, ¡¡¡FELIZ NAVIDAD DESDE PEKÍN!!!. Tratad de disfrutad con la familia y los amigos en estas fiestas tan entrañables y no os dejeis embobar por las luces tan chulas del Corte Ingles.
Yo por mi parte tampoco haré gran cosa. Echaré mucho de menos a la family, y esto va totalmente en serio, mamá, papá, hermanas (felicidades hermanita que el 28 ya haces 25 añines, no tengas miedo, son como los 24 pero mejor, ya verás), abuelas, tíos y primos, ya os echo de menos y por favor, controlad a Juanjo, que es capaz de pediros que me pongais tambien un plato a mí y luego comérselo él.
Como iba diciendo, la nochebuena la pasaré con los amigos de por aquí comiendo cordero que hemos encargado, y como por exigencias del visado tengo que salir del país, el día de Navidad he quedado con Emma en Bangkok (no se te olvide, a las 18:00 en el aeropuerto). Nos iremos dos días a una playa Tailandesa de esas de arena blanca y aguas cristalinas, y volveremos a Bangkok a buscar uvas para pasar fin de año (recordad, a pesar de todo, no tendré mazapanes, y eso es duro).

miércoles, 5 de diciembre de 2007

2. Una de viajes

Ya veis, ocho años en Madrid y nunca fui a Toledo, dos meses en China y ya he ido a la Gran Muralla, a Shanghai, a Datong y ya tengo el billete para Tailandia . Es lo que pasa cuando estás a 9.5000km de casa y piensas "o lo hago ahora, o que pereza volver a estudiar una carrera que no te gusta, probar dos trabajos igual de aburridos, hacer las pruebas del ICEX, el master, que te den como destino Pekín, vacunarte, coger el avión, buscar piso....", así que sí, parece que este año si nada lo remedia aprovecharé para viajar todo lo que pueda. Y para aquellos que no puedan hacer lo mismo mientras leen que cierren los ojos y se imaginen que viajan conmigo, ¡que no!, que no os lo creáis, que si los cerráis no podéis leer, y entonces no sabréis donde estais yendo. Mejor ir a una agencia de viajes y comprar un par de billetes de avión, o coged el coche o el tren o lo que sea, pero viajad.

LA GRAN MURALLA

El primer viaje fue a la Gran Muralla China más conocida aquí como Gran Muralla. No os voy a describir como es porque básicamente es una muralla como cualquier otra, con la peculiaridad de que tiene 5.000km. Se puede andar sobre ella, y yo creo que aunque estuvimos un buen rato no llegamos ni a la mitad del camino. Pero la más surrealista del viaje fueron dos pequeños detalles:

1- El sábado por la tarde entre las seis y las doce de la noche estuvimos en una especie de posada china perdida al lado de la muralla cantando en un karaoke con un grupo de chinos-filipinos-1canadiense.Os aseguro que fue un autentico fiestón con sesión de música "trans-tecno que se yo" incluida.

2-Para subir a la muralla utilizamos un telesilla que tienen montado, pero para bajar lo hicimos en TOBOGAN!!!, existe un video que trataré de colgar algún día.








SHANGHAI

El segundo viaje fue a Shanghai. Lo decidimos en una hora y compramos los billetes por teléfono en una pizzería. Para comprarlos estuvimos otra hora. No sabéis lo difícil que es deletrear un nombre compuesto y dos apellidos a una teleoperadora china en inglés.
Shanghai es una ciudad impresionante, yo no había visto tantos rascacielos juntos en mi vida, y encima no paran de hacer más y más.Tiene un aire muy parecido a Blade Runner. El problema es que a los arquitectos se les acaba la imaginación y ya no saben que poner encima de los tejados, he visto uno con un ovni, otro con una flor, otro que parecía Mordor. Además , la ciudad tiene un barrio muy chulo que es la parte de la "concesión francesa", y que recuerda mucho a Europa. Cuando lo vimos casi se nos saltan las lagrimas de sentirnos como en casa, y es que os prometo que en Pekín no existe nada parecido, aquí sólo hay dos opciones, o un hutong (callejón antiguo con casitas pequeñas por el que casi no puedes pasar de lo estrecho que es) o un edificio de al menos 20 plantas.
Básicamente la visita consistió en patear la ciudad, pasar por un túnel que diseño alguien que iba de LSD hasta las cejas, probar los famosos y terroríficos (en el más sentido castellano de la palabra) dumplings shanghaineses, cometer el error de ir a un bar de tapas españolas (no pregunteis por qué, aunq lo bueno es que tenían una pizarra con todas las traducciones de las tapas españolas al chino, simplemente gracioso y caro), pagar en un guardarropa (eso en Beijing no se hace), subir a tomar un café a la planta 49 del Marriot y bajar sin tomarnos nada, cantar en un Karaoke y comer toda la comida japonesa que pudimos durante tres horas por 10 euros. Bueno, también visitamos la casa donde Mao&Friends un día hace ya más de ochenta años quedaron para dar un poco la lata (1er congreso del Partido) a los que ahora están por Taiwan (eso lo tendréis que mirar en un libro de historia, o si venís os lo cuento).
Por cierto, desde Shanghai al aeropuerto cogimos un tren magnético, de estos que levitan y que se supone que alcanza los 400km/h, pero ese día no pasó de los 300km/h.


DATONG

Este ha sido nuestro tercer viaje. Datong es una ciudad principalmente dedicada a sacar ese maravilloso carbón con alto contenido en azufre del que tanto se habla por ahí. Pero resulta que antes de saber que se iban a convertir probablemente, y yo no he visto muchas pero puedo apostar, en una de las ciudades más feas de China, cerquita de Datong se excavaron unas cuevas que "albergan a más de cientocincuentamil estatuas budistas" (dato de la Lonely porq a mi no me dio tiempo a contarlas, iba por la 149.990 y me entró hambre). Es verdad que casi todas son muy pequeñas, como si fueran grabados en la pared, pero hay alguna que otra que impresiona. Un poco más lejos, a 90km de distancia, 10 conatos de accidente, y un karaoke de Titanic y el Rey Leon estaba el monasterio colgante (os juro que el taxi tenía un dvd de karaoke en el quitasol del pasajero, y mientras nos jugabamos la vida entre adelantamiento y adelantamiento ibamos gritando a los cuatro vientos:

"Near, far, wherever you are, I believe that the heart does go on. Once more, you opened the door. And you're here in my heart..."

Por un momento me sentí con Leo, pero más que nada porque me imaginaba muriendo congelado en un lagito que había colina abajo.)
El monasterio colgante está literalmente pegado, no colgado, en el acantilado. No me preguntéis las razones que llevan a alguien a construir algo así pudiéndolo hacer en el suelo más fácilmente y sin riesgo para su vida, supongo que son las mismas que llevan a la gente a estudiar digamos..... aeronáutica. Masoquismo puro y duro.
Y eso fue todo, el resto, un hotel a 5 euros noche con vistas al patio de Prison Break y colchones modelo "hormigón armado", un montón de soldados tambores a las 7 de la mañana en la puerta del hotel y a la vuelta un tren que se iba llenando de gente sin asiento y lo que es peor, sin sitio físico para estar de pie. Os prometo que en algún vagón llegaron a entrar por la ventana. Se me olvidaba un pequeño detalle, el viaje duraba seis horas.
Y un último consejo, NUNCA SE TIRA EL BILLETE DEL TREN. Porque al final del viaje y aunque ya lo hayas enseñado dos veces, una amable señora entrenada para no caer bien ni a ella misma, te lo pide, y aunq de doce sólo haya tres que no lo tienen y que le jures que al ir nadie te lo volvió a pedir, y que le prometas en mandarín antiguo que nadie te ha avisado (todo esto cierto), te hace ir a la taquilla y comprar otro billete. Menos mal que el tren salía de Datong y son 4 euros, porque si llega a venir de Shanghai la broma te sale super graciosa.

¡Atención, las siguientes imágenes pueden herir sensibilidades no pacifistas, hay budas!

jueves, 29 de noviembre de 2007

1. Un vistazo a los dos primeros meses

Breve resumen de lo sucedido hasta ahora por Pekín:
Llegada a Pekín el 4 de octubre a las 9:00 a.m.
Nos alojamos en la casa de los anteriores becarios.
Comemos en un chino decorado como los de Madrid pero con comida china de verdad. 2 euros por persona.
15:00 Empezamos a ver pisos, tarea que se prolongará durante 10 días más. Hemos acabado viviendo los 7 becarios en la misma "urbanización", que se compone de 4 torres de 25 pisos con gimnasio, y a 15 minutos andando de nuestro futuro trabajo.
Llevamos 2 meses de academia de chino. Resumen: 800 palabra dadas (otra cosa son las que recuerdo). No se si es por la mímica que he desarrollado o por mi pronuciación exquisita del mandarín, pero el taxi me lleva a la dirección que le digo, la de la fruta me pone los kilos que le pido y en el Ya Show consigo regatear hasta las botellas de agua. Si me sacais de ahí puede que os pida perro en el restaurante en vez de ternera.
Piso: vivo en el piso 23. Tiene 107m2 y en la actualidad me sobran 50. Los anteriores inquilinos no debieron limpiar ni un día porq es imposible acumular tanta mierda. Me pasé 4 tardes enteras jugando a ser la Hayi (dícese de la señora o señor china/chino que limpia en las casas a un precio muy economico, pero cuya principal virtud suele ser limpiar todo con el mismo trapo y hacer durar el bote de fairy más de un año). Son las contradicciones de ser becario aquí, un día estas en la fiesta de la embajada o visitando una fábrica en nombre de la madre patria y al otro con la escoba y el estropajo. Lo bueno del piso es que tengo una cama de 2x1,80m, otra de 90, un sofa cama para una persona y dos sofás de tres plazas, además de la ingente cantidad de suelo que me sobra, que se puede llenar con colchonetas.
Taxis: Más barato que coger el metro en Madrid y más emocionante que el Dragon Kan de Port Aventura. Los pasos de cebra solo sirven para atropellar a peatones o bicicletas.
Compras: Agotador lo de regatear. Las zapatillas de "marca", por 5 euros, de cartón piedra y te empiezan pidiendo 50euros. Este tema tendrá que ser tratado en profundidad.
Salir: En taxi y muy barato, eso sí, solo te encuentras con expatriados.Las discotecas de chinos que tienen tarima flotante para saltar mejor (costumbre que parece muy extendida), todavía no las hemos investigados, pero se informará puntualmente. Últimamente hemos probado el karaoke, uno al lado de la muralla y otro en Shanghai. Sólo puedo decir que han sido las dos mejores noches, asi que, ir tomando claras de huevo.
10º Viajes: Ya hemos ido a la Gran Muralla en taxi, a Shanghai en avión y a Datong en tren. Los tres viajes han estado muy bien y todos han tenido esa parte surrealista que acompaña al occidental en cualquiera de sus desplazamientos por China.